Debido a la actual crisis que estamos viviendo, como psicóloga he decidido escribir acerca de las recomendaciones y ventajas de la terapia psicológica por videoconferencia.
En algunas personas esta nueva situación de confinamiento provoca estados de ansiedad, estrés, depresión, hostilidad, miedo,…etc. cambiando nuestra rutina, entorno y las interacciones con los demás generando una sensación de aislamiento. Desde la psicología se ofrece la oportunidad de que esos periodos de ansiedad no se acentúen y se reduzcan a través del uso de las tecnologías.
Sin embargo, la terapia por videoconferencia tiene asociada una serie de prejuicios y rechazos que generan desconfianza y dificultan seguir trabajando en el proceso personal de cada uno. (Por ejemplo: no me siento cómodo/a, no sé utilizar las tecnologías, no es cercana y es fría, las tecnologías dan problemas en la comunicación,…)
Desde mi experiencia personal y profesional, las sesiones por videoconferencia ofrecen una serie de ventajas que quiero señalar:
- Superar las barreras geográficas o temporales. Por estar en otra ciudad o simplemente porque a veces tenemos unas agendas tan completas que es difícil desplazarnos perdiendo tiempo.
- Acceso a personas con dificultad para el desplazamiento, por ejemplo por una enfermedad, accidente, cuidado de algún familiar, residen áreas rurales,…que no pueden hacerlo de forma presencial. O en casos excepcionales como el estado de alarma de nuestro país.
- Uso cómodo y versátil, desde casa o el trabajo y teniendo acceso a internet que permita una conexión adecuada para realizar la terapia online.
- Rentabilidad y eficiencia. Ahorro en tiempo y gastos de desplazamiento.
- Mantenimiento de la regularidad. Contacto continuo y regular para las personas que viajan o no pueden compatibilizarlo con la vida laboral y familiar.
- Confidencialidad de la privacidad y garantías legales en la protección de datos.
Por ello, me gustaría destacar también unas recomendaciones para realizar un buen uso de la terapia online.
- Date la oportunidad de probar la terapia online rompiendo miedos y obstáculos.
- Comprueba que el ordenador, webcam, auriculares funcionan correctamente.
- Comentar al terapeuta si hay alguna dificultad en el sonido o imagen antes de seguir con la sesión. De igual manera, también es importante que dediques un tiempo para hablar de forma abierta sobre las emociones que te surgen al hacer terapia online (temores, dudas,…)
- Adecua un espacio para tu trabajo personal con privacidad auditiva y visual. Un lugar aislado del mayor ruido posible de la calle y de interrupciones de otras personas, el uso de auriculares te ayudan a mantener esa intimidad cuando la conversación es delicada. Con buena luz y si es posible apoyado en una mesa. Pide que se te respete ese espacio personal durante una hora.
- Gestiona un tiempo para el trabajo personal de igual manera que si lo hicieras presencial. Poder dedicarte este tiempo para ti ayudará a que gestiones mejor tus emociones y no se acumulen.
- Prepárate y aséate como si fuera una sesión presencial de esta forma rompes también con la rutina y la desgana de estar en casa.
- Presta atención a lo que estás haciendo, dejando para otro momento otras tareas, como por ejemplo mirar el móvil. Pregúntate ¿esto lo haría delante de mi terapeuta?
- Si hubiera más personas en la casa, como por ejemplo, nuestros hijos/as asegurarnos de que no están jugando con nada peligroso y que están en un sitio seguro y tranquilo en el caso de que alguien no pueda estar con ellos en ese momento. De esta forma tendrás una mayor tranquilidad mental.
- Entrégate a la sesión con tranquilidad y confianza de que el profesional te está atendiendo y escuchando.
- La comunicación verbal y no verbal que ofrece la videoconferencia, al igual que de forma presencial, permite obtener una mayor información del estado afectivo en el que te encuentras. De eta forma, se establece una alianza terapéutica al igual que un vínculo de confianza y cercanía.
- Despedirnos de la sesión recogiendo las conclusiones del trabajo realizado con la atención y el cuidado que se requiere.
Rocío González Lerma. Psicóloga sanitaria y Terapeuta Gestalt en SERdeagua